El riego en cítricos involucra una serie de procesos que es necesario manejar e incorporar. Entre los principales factores que se deben considerar está el conocimiento adecuado de la demanda de agua del frutal, en base a su desarrollo y el periodo de la estación de riego, tomando como base al manejo del agua. La tecnificación de riego en cítricos debe considerar la metodología de aplicación, la cantidad de agua aplicada, la localización de la aplicación, la frecuencia de riego y la prevención de la contaminación del suelo y del acuífero, e incorporar los costos asociados a su implementación y operación.

La aplicación de agua en los sistemas de riego debe efectuarse en la zona de mayor extracción y humedecer a lo menos un 60 % de la zona radicular de los cítricos. La aplicación de agua en cítricos debe efectuarse en un rango de distancia de 40 a 60 centímetros desde el tronco del árbol y debe quedar almacenada en los primeros 60 centímetros de profundidad para un adecuado aprovechamiento del agua y los fertilizantes

La tecnología de riego debe, en su diseño y manejo, considerar como base las variables de demanda de agua, suelo, medio ambiente, topografía, y disponibilidad y calidad del agua. La adecuada selección de los métodos de riego para aplicar el agua en cítricos es de gran importancia y requiere tomar en cuenta el suelo, el agua, recursos humanos y los costos totales asociados.


AL MENOS UN 60% DE LA ZONA RADICULAR DEBE SER HUMEDECIDA

Bajo adecuadas condiciones de diseño, operación y manejo, con el microriego se pretende controlar el patrón de distribución del agua en el suelo, generando en la zona radicular del cultivo un ambiente con características físicas, químicas y biológicas que permitan mayores rendimientos y una producción de cítricos de alta calidad. El diseño y manejo de los sistemas de riego por microaspersión y goteo es de alta complejidad y debe considerar, desde un punto de vista ‘ingeneríl’ y agronómico, aspectos técnicos y económicos.



Figura 1: Distancia de aplicación del agua desde el tronco, bajo riego por goteo, y producción en cítricos (naranjos Valencia).


Desde un punto de vista técnico es de gran importancia mantener un volumen óptimo del suelo de la zona radicular de las plantas, con un buen contenido de humedad, cercano a Capacidad de Campo. Estudios recientes realizados en el marco del Proyecto Fondef “Tecnologías de Manejo de Agua para una Agricultura Intensiva Sustentable” dan como resultado que al menos un 60% de la zona radicular debe estar humedecida. En general, numerosos estudios previos han establecido que un árbol bajo microriego puede dar rendimientos aceptables con el 35 % del sistema radicular bien regado y fertilizado convenientemente, sin embargo, lo aconsejable es humedecer más del 50%, considerándose que el óptimo está entre el 60 y 80%.



APLICACIÓN DE AGUA POR GOTEO Y SU DISTRIBUCIÓN EN EL SUELO

La Figura 2 muestra una ubicación correcta de los emisores que permite aplicar el agua en la zona de extracción radicular y humedecer un área adecuada de la zona radicular del árbol. Esta condición además permitirá absorber la mayor parte del fertilizante aplicado en el riego.

La Figura 3 muestra una ubicación incorrecta de emisores. El agua será aplicada fuera de la zona de mayor extracción radicular y humedecerá una reducida área de la zona radicular del árbol.

En la Figura 4 se muestra la aplicación de diferentes volúmenes de agua por planta asociado a diferentes tiempos de riego y la capacidad de retención de agua por el suelo. En condiciones de tiempo de riego adecuado, el volumen de agua aplicado queda en la zona radicular del árbol, lo que no ocurre con aplicaciones excesiva. El exceso de aplicación de agua provoca una pérdida importante de agua y fertilizantes, los que son arrastrados a zonas donde no es posible su extracción por el frutal y posteriormente contamina los acuíferos.

Es importante comprender que no basta con implementar un sistema de riego “tecnificado”, si las otras variables de manejo y operación no son las adecuadas. El diseño y la operación son relevantes. Los resultados del Proyecto Fondef, a nivel de macro escala, permiten demostrar que si se coloca un número inadecuado de emisores por planta en un suelo delgado hay una diferencia sustancial en cuanto a rendimiento para iguales volúmenes de agua aplicados

La Figura 5 muestra las condiciones de un suelo delgado con la presencia de un estrata impermeable o un “hard pan”, donde el agua en exceso escurre a los sectores más bajos. Esto es característico en las laderas de cerro donde hoy se está ubicando un porcentaje importante los huertos de cítricos. Se puede observar que es relevante determinar con exactitud la capacidad de retención de agua del suelo para prevenir el escurrimiento, que como en el caso anterior, transporta fertilizantes que contaminarán las zonas cultivadas mas bajas

La distribución y el nivel de humedad del suelo deben adecuarse de tal forma que la relación entre los factores agua-suelo-planta optimice el uso del recurso y el rendimiento de la planta en términos de producción y desarrollo, considerando las restricciones medioambientales.

El riego por goteo tiene una excelente adaptación para su uso en cítricos tomando en consideración su buen manejo y diseño. Es de gran importancia aplicar las cantidades de agua apropiadas al frutal considerando la demanda y las condiciones de suelo. Con microriego es muy fácil lograr un manejo que permita ajustar las aplicaciones en las diferentes etapas para lograr los efectos deseados en tamaño de fruto, grosor de la cáscara, cantidad de jugo y acidez, entre los mas relevantes.

El riego por microjet también es susceptible de ser usado en cítricos, sin embargo ha tenido su mejor desempeño en suelos arenosos, como es el caso de la producción de cítricos en Florida (EEUU). Ello basado en una condición de suelo arenoso con una napa freática alta, lo que requiere de una aplicación en un área amplia de la zona radicular, para una pequeña profundidad de suelo útil.

En Sudáfrica, en tanto, se ha implementado con éxito el riego en cítricos con microaspersión por pivote central, permitiendo además utilizar el sistema para realizar labores de fertilización y quemigación.

El éxito o fracaso de una agricultura de riego depende, en gran medida, del método de aplicación de agua utilizado, ya que una selección errónea impide la obtención de buenos resultados económicos. En la selección de un método de riego inciden parámetros tales como disponibilidad de agua, tipo de suelo, topografía, clima, cultivo, disponibilidad de mano de obra, energía y el costo relativo de cada recurso. Algunos autores estiman que la eficiencia de riego y los costos de implementación, operación y mantenimiento son las variables que afectan en mayor grado el método de riego a utilizar. Otros, en cambio, basan la selección del método de riego en los parámetros económicos.